La princesa disfrutó con sus compañeros de promoción en la Escuela Naval Militar de Marín de un conocido furancho de Poio (Pontevedra)
Princesa Leonor en Marín
La princesa Leonor encara la recta final de su etapa formativa en la Escuela Naval Militar de Marín y lo hace siendo partícipe de una de las tradiciones más gallegas.
La hija de los Reyes, que partirá junto con sus compañeros de promoción en el buque escuela Juan Sebastián Elcano para realizar el crucero de instrucción, participó en el tradicional Baile del Ciento, un evento que se celebra cien días antes de la partida del mencionado buque.
En 2024, sin embargo, este baile tuvo que ser suspendido al coincidir con las trágicas inundaciones provocadas por la DANA en Valencia.
EFE
Leonor conoce las instalaciones de la Escuela Naval de Marín
Durante este fin de semana, también se la pudo ver en una fiesta privada organizada en el Liceo Casino de A Caeira.
Asimismo, acudió con sus compañeros a un furancho. Estos establecimientos, que no son realmente restaurantes, representan una de las señas de identidad de la cultura culinaria gallega.
¿Qué es un furancho?
Un furancho es un establecimiento tradicional gallego, generalmente una casa particular, donde se vende vino casero excedente de la cosecha.
Estas tabernas improvisadas, típicas del entorno rural, ofrecen un ambiente acogedor y familiar.
Además del vino, es común acompañarlo con tapas sencillas y platos típicos como empanadas, chorizos o tortilla.
Los furanchos tienen un carácter temporal, abriendo solo mientras haya vino disponible, y están regulados para preservar su esencia.
Representan una tradición cultural y una forma de disfrutar de la gastronomía local en un entorno auténtico.
“vino como una más a mi furancho”
Manuel, el propietario del furancho “A de Caballero”, en Poio, contó a COPE Pontevedra que la princesa Leonor acudió con total normalidad a su establecimiento.
De hecho, los escoltas ni siquiera inspeccionaron el local previamente, algo que sí ocurrió en otro establecimiento de Pontevedra, donde la heredera al trono se compró un panpizza tras una noche de ocio por las calles del casco histórico de la ciudad del Lérez.
Manuel también relató que la princesa “tuvo que esperar mesa como cualquier otro cliente, ya que cuando llegó no había sitio disponible”.
Leonor y sus compañeros actuaron como unos clientes más, y allí probaron, entre otras cosas, el típico vino albariño, empanada de zamburiñas y algunos embutidos.
Además, el propietario destacó que “no iba de uniforme, llevaba el cabello recogido y vestía de azul oscuro”.
Ahora, antes de embarcarse en el Juan Sebastián Elcano, Leonor tiene una cita importante en Marín: el concello marinense le concederá el título de hija adoptiva, un reconocimiento que aún está en trámite, pero que se hará realidad próximamente.
Cabe recordar que su padre, el rey Felipe VI, recibió este mismo título en 1986, cuando completó su formación militar en la Escuela Naval Militar de Marín.