“Vivimos en una sociedad que aplaude que pierdas peso sin importar el trastorno alimenticio que desarrolles en el camino. Lo único que podía hacer en esos momentos era pensar en comida”, se ha sincerado la joven actriz mexicana, quien ha querido compartir su testimonio con el propósito de ayudar a otras personas. “Estoy sanando. Tengo días buenos y días malos, pero ahí vamos”.
Por
Moisés González
Gala Montes lucía una delgadísima figura cuando grababa el año pasado como protagonista la exitosa telenovela de TelevisaUnivision Diseñando tu amor. La joven actriz mexicana mostraba feliz y orgullosa su progreso físico a través de las redes sociales y recibía cientos de piropos de sus seguidores. “Solo les quiero enseñar mi progreso de un par de días de entrenamiento y buena alimentación”, se podía leer en sus historias de Instagram. La realidad, sin embargo, era otra muy diferente.
Lo que nadie sabía era que detrás de mensajes como este había una Gala Montes obsesionada con su cuerpo, que restringía severamente la ingesta de alimentos y que trataba de hacer su cuerpo cada vez más chiquito con el propósito de sentirse ‘aceptada’ y ‘amada’. La inolvidable ‘LuzMa’ de El señor de los cielos quiso sincerarse ahora al respecto con sus fans, a quienes comenzó pidiendo “disculpas” por haber llegado a difundir ese tipo de mensajes tan dañinos.
Me quedé con un trauma bien gacho, me lastimé, pasé sobre mí, lastimé a mi metabolismo, recuperé el peso que tenía y más y todo por querer sentirme aceptada y ‘amada’ cuando la aceptación no viene de ahí
— Gala Montes
“Vivimos en una sociedad que aplaude que pierdas peso sin importar el trastorno alimenticio que desarrolles en el camino. Lo único que podía hacer en esos momentos era pensar en comida todo el maldito tiempo. Le preguntaba a la gente qué había comido porque fantaseaba con comer azúcar, carbohidratos… Después de varias semanas mi cuerpo no lo logró (obviamente ya que el cuerpo no puede vivir sin lo anterior mencionado), me sentía de malas, sin ánimos de hacer cualquier cosa y el vacío no se iba porque siempre necesitaba más. Nunca era suficiente, me falta esto acá, esto por acá, que feas piernas, que fea boca, que fea cara, necesito hacerme esto… y así todos los días”, aseveró Gala, quien supera los 2 millones de seguidores en Instagram.
La vida no se trata de hacer cada vez más chiquito tu cuerpo, como mujeres somos merecedoras de respeto, amor y cosas buenas en la vida sin importar que talla seamos
— Gala Montes
“Comía 1 cosita e iba al espejo inmediatamente a verme a ver si había engordado. Lloraba si al día anterior había pecado comiendo/atracándome culpa de la severa restricción en la que estaba y de verdad que no valió la pena para nada. Me quedé con un trauma bien gacho, me lastimé, pasé sobre mí, lastimé a mi metabolismo, recuperé el peso que tenía y más y todo por querer sentirme aceptada y ‘amada’ cuando la aceptación no viene de ahí”, compartió.
La actriz reconoció que obsesionarse con su cuerpo solo la llevó “a tener una fijación tremenda por cualquier cosa que consumiera, a tenerle pánico a engordar y al final a no disfrutar la vida”. “Afortunadamente ya estoy sanando este tema, pero me da mucho miedo ver este tipo de cosas difundiéndose en redes y más de artistas y personas públicas (como yo). Solo les quiero decir que la vida no se trata de hacer cada vez más chiquito tu cuerpo, que como mujeres somos merecedoras de respeto, amor y cosas buenas en la vida sin importar que talla seamos”.
Tengo días buenos y días malos, pero ahí vamos. Si estás pasando por algo así lo único que quiero decirte es que eres más que tu cuerpo
— Gala Montes
Gala, quien también dio vida a la hija de Itatí Cantoral en La mexicana y el güero, señaló que “ha sido un año de muchísimo aprendizaje, sufrimiento y felicidad a la vez” para ella. “Tengo días buenos y días malos, pero ahí vamos. Si estás pasando por algo así lo único que quiero decirte es que eres más que tu cuerpo. Que eres merecedora de lo que sea que sueñes sin importar cómo luzcas. Y si ves esto desde el otro lado te invito a cambiar tu perspectiva. No es ‘ay que gorda está, ¿ya viste?’ ¡No! Hay que ver el trasfondo de las cosas, ser empáticos y entender al otro”.
“Ya me cansé de esto, vamos a cambiar el patrón, hagamos las cosas distintas y no vivamos anestesiados ansiando todas las cosas que podríamos hacer cuando logremos nuestra ‘fantasía’ de ser flacas, subirnos a un unicornio, volar en las nubes y que un príncipe nos salve”.